Es frustrante recibir la respuesta del FBI alegando no tener información sobre el asesinato de Santiago Mari Pesquera. Sigue siendo reveladora la insistencia en ocultar esta información, ahora a 49 años del asesinato. Es completamente improbable que el FBI no tenga información sobre el asesinato de Chagui Mari Pesquera por diversas razones pero, ante todo, esta postura lo que hace es reforzar la idea de que las agencias federales estuvieron directamente involucradas en el asesinato. De lo contrario, ¿qué tendrían que esconder y proteger, si no hubo complicidad o participación? 

Primero, es improbable que el FBI no tenga información sobre el caso Mari Pesquera porque la familia Mari posee al menos un documento desclasificado y con tachaduras del FBI sobre este caso (se incluye un memo en anejo). En este memo en particular se hace referencia a que, inmediatamente después del asesinato de Mari Pesquera, la Policía de Puerto Rico solicitó que la información sobre el asesinato de Santiago Mari Pesquera quedara exenta del Freedom of Information Act (FOIA). En el año 2015, treintinueve años después del asesinato, el entonces superintendente de la Policía, José Caldero, envió una carta al FBI solicitando se dejara sin efecto esa petición. Aún así, el FBI se ha negado a divulgar la información. 

Los oficiales del Departamento de Justicia de Puerto Rico muchas veces han dicho a la familia Mari que el FBI se rehúsa a compartir la información. Nunca han dicho que el FBI no posea información sobre el caso. Incluso, al último fiscal del caso, Pedro Berríos Lara, el FBI le prohibió expresamente entrevistar a agentes retirados de esa agencia para la investigación de este particular. Esta prohibición ha sido un gran impedimento para la investigación de la asesinato. Si el FBI no tuviera algo que esconder, ¿por qué entonces iba a imponer esa rigurosa prohibición? 

Tanto la familia Mari como la Junta Directiva de la Fundación Juan Mari Brás no tenemos duda de que el asesinato de Santiago Mari Pesquera fue un asesinato político para provocar daño a Juan Mari Brás, entonces líder socialista e independentista y candidato a la gobernación, así como al movimiento anti colonial e independentista en Puerto Rico. Esta última negativa del FBI lo que hace es reforzar la idea de que las agencias federales estuvieron directamente involucradas en el asesinato, que es lo que el movimiento independentista siempre ha sostenido y denunciado. 

En documentos desclasificados por el FBI que se identificaron en el año 2009, se pudo confirmar que, desde octubre de 1975 —y nuevamente en enero de 1976, meses antes del asesinato de Santiago— existía un complot por parte de grupos cubanos anticastristas para asesinar a Juan Mari Brás, el FBI tenía conocimiento de estos planes, alertó a la Policía acerca de ellos pero solicitando que no se revelara que la agencia federal era la fuente de la información. En marzo de 1976, el hijo mayor de Mari Brás fue asesinado.

En el día de hoy solicitamos una reunión a las congresistas Nydia Velásquez y Ocasio Cortés para discutir otras estrategias de acceso a la información de las agencias federales. Además, la Fundación se encuentra finalizando la producción de un documental y un cortometraje sobre la historia de Chagui, que se estrenarán en el 50 aniversario de su asesinato en 2026. 

La memoria colectiva es nuestra y ninguna agencia criminal y colonial nos arrebatará la verdad ni el camino hacia la justicia grande, la más expansiva, que es la justicia de los pueblos.