"Puerto Rico va a ser libre. Y no me preocupa que en le curso de mi vida no vea esa culminación porque, al luchar por ella, estamos dentro de ella.
Ser independentista es disfrutar de la independencia alma adentro… y cada uno de nosotros, los que luchamos por ella, nos consideramos libres. Y por eso, pues, vivimos en la independencia".
Palabras de Juan Mari Brás
Saludos a todos los compañeros y compañeras
Los hijos, nietos, bisnietos y demás familiares estamos humildemente agradecidos a los organizadores y participantes de este tributo a Juan Mari Brás en esta ciudad tan querida y tan caminada por él.
Mi tía, Mari Mari, una vez escribió: "Juan era mayagüezano, eso no es secreto para nadie. Pero después de Mayagüez, creo que podría decirse que Juan era de Nueva York."
Nadie mejor que ustedes conoce cuánto hizo él en Nueva York, Ustedes compartieron sus esfuerzos en la ONU, su aguerrida defensa de la unidad de la Patria cuando definía a Puerto Rico como una sola nación, no importa dónde vivan los puertorriqueños. Muchos de ustedes estuvieron en la seccional del MPI y del Partido Socialista Puertorriqueño, en el periódico Claridad Bilingüe, en el trabajo para recabar la solidaridad de los luchadores norteamericanos con la independencia de Puerto Rico, en las luchas por liberar a nuestros presos políticos y en las luchas por los derechos y la calidad de vida de las comunidades puertorriqueñas en Estados Unidos. Todo eso es trabajo de tantos compañeros y compañeras con quienes sentimos que, de alguna forma, hemos quedado hermanados para siempre.
En ese espíritu me tomo la iniciativa de mencionarles el asesinato de mi Tío Chagui, hijo mayor de Juan Mari Brás. Esa noticia la recibió abuelo precisamente aquí en la ciudad de Nueva York donde se encontraba realizando una de sus múltiples tareas libertarias. Ese dolor comenzó en esta ciudad cuando le comunicaron que Chagui había sido asesinado y ese dolor lo acompañó hasta su muerte.
Desde ese momento, hace ya 38 años, abuelo y su familia con él, hemos estado tratando de que el gobierno de Estados Unidos revele la información que sin duda tienen sobre este caso.
Muchas veces a lo largo de los pasados años pedimos, a través del “Freedom of Information Act” (FOIA), la información que tiene el FBI y otras agencias. Incluso el Center for Constitutional Rights cuya sede es aquí en Nueva York, trabajó generosamente pidiendo los documentos que pudieran dar luz sobre los culpables de este crimen. La contestación siempre ha sido la misma: unos pocos documentos tachados que no dicen nada o sencillamente “no tenemos nada”.
En diciembre de 2009, el periódico Claridad le pidió al FBI, a la CIA, a la Marina de Estados Unidos, al Ejército, al Departamento de Defensa, a la Agencia de Seguridad Nacional, al Coast Guard y hasta al Federal Aviation Administration que se revelen todos los documentos que tienen sobre Juan Mari Brás, Paquita Pesquera Cantellops y Santiago Mari Pesquera. La contestación fue la misma.
El siguiente dato es revelador y fue precisamente el Center for Constitutional Rights el que nos señaló el detalle;
En un memo de la oficina de San Juan del FBI clasificado como secreto, enviado al director del FBI el 26 de marzo de 1976, dos días después del asesinato de Chagui (todavía no lo habíamos enterrado), se informa que:
“la Policía de Puerto Rico, mediante comunicación escrita, le requirió formalmente al FBI que todos los récords, documentos o información en cualquier forma que esta agencia (Policía de Puerto Rico) le haya dado al FBI sea específica y absolutamente exenta de cualquier revelación en lo que respecta al ’Freedom of Information Act‘ y sus enmiendas y al ’Privacy Act’ de 1974. De acuerdo con esto, cualquier agencia que reciba subsiguientemente esta información está considerada obligada por esta solicitud”. (Traducción nuestra)
Esto quiere decir que desde el mismo momento del asesinato de Chagui toda la información está exenta de ser revelada, está fuera de los alcances del “Freedom for Information Act”.
De manera que el FOIA no nos sirve.
Después de tantos años y de tanto esfuerzo, es justo que el presidente de Estados Unidos, que es el único que lo puede hacer, levante la prohibición que pesa sobre este caso y se destape el recipiente guardado con tanto celo.
Tanto el pueblo de Puerto Rico como el mundo tienen derecho a saber quiénes son los culpables, qué fuerzas lo promovieron y quiénes encubrieron a los criminales. Porque este caso devela, de forma contundente, la naturaleza misma de la dominación colonial que Estados Unidos ejerce sobre Puerto Rico. Y un gran tributo que también podemos hacer a la memoria de Juan Mari Brás, es lograr que se levante esa prohibición. Para eso pedimos humildemente su ayuda y su solidaridad.
Merece también nuestro tributo el pueblo independentista que se mantiene de pie a pesar de tanta represión, a pesar de la cárcel y a pesar de la muerte.
Merece nuestro tributo el puertorriqueño encarcelado por más largo tiempo y al que estamos esperando con los brazos abiertos, nuestro querido Oscar López Rivera.
Merece nuestro tributo el también preso político, Norberto González Claudio.
Merecen nuestro tributo nuestros hermanos y hermanas de la diáspora puertorriqueña que han mantenido la bandera de la libertad en alto, aquí en tierras de Estados Unidos.
Merecen nuestro tributo todos ustedes que continúan caminando por la ruta que trazó Juan Mari Brás.
Agradecemos este acto tan hermoso.
¡Que viva Juan Mari Brás!
¡Viva Puerto Rico libre!